Skip to content Skip to footer

Último informe del FMI sobre la economía mexicana: una perspectiva ecuánime

Ante la incertidumbre de la economía global, de crecientes señales de desaceleración, condiciones financieras restrictivas y temor a eventuales shocks, los economistas del FMI ven a México con un balance de riesgos y fortalezas que ofrece margen de maniobra, pero exige prudencia y visión.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó la Declaración Final del Personal de su Misión del Artículo IV para 2022 de México, que comprende los hallazgos preliminares sobre la economía del país al final de una visita oficial del personal. Su visión, en el contexto de las crecientes preocupaciones sobre la economía mundial, es equilibrada: destaca la capacidad de navegar en aguas inciertas y con turbulencias acechantes, pero hace hincapié en la necesidad de una comprensión cabal del escenario y de cómo el país lo enfrenta y debe ajustarse a sus desafíos.

Según los economistas del FMI, México enfrenta un entorno desafiante, ya que la inflación global se ha disparado y, aunque la recuperación posterior a la pandemia ha sido relativamente gradual, la espiral de precios interna se ha acelerado a niveles no observados en dos décadas. No obstante, señala que el país está bien posicionado para salir avante, si mantiene la prudencia en la política macroeconómica y marcos de política fiscal y monetaria sólidos.

¿Cuál es ese entorno potencialmente turbulento? Debilitamiento de las perspectivas de crecimiento a corto plazo en Estados Unidos, donde los ingresos reales se ven erosionados por la inflación, y tanto la política fiscal como la monetaria se están endureciendo. En general, el empeoramiento de las condiciones financieras a nivel mundial, ya que los bancos centrales han respondido a la alta inflación aumentando el costo del dinero, lo que significa riesgos de reversiones de flujos de capital en economías de mercados emergentes, traducidos al público en general en una potencial depreciación de la moneda nacional, como el peso.

Crecimiento: Bajón desde Estados Unidos

Las cicatrices de la pandemia y un entorno global más difícil podrían agravar los problemas de larga data de bajo crecimiento y alta desigualdad de México; como resultado, a pesar de los sólidos resultados en la primera mitad de 2022, se proyecta que el crecimiento en México disminuirá en los próximos trimestres. En cuanto a la inflación, el informe espera que se estabilice en esta segunda mitad año y luego disminuya gradualmente.

El balance de riesgos para las perspectivas de crecimiento se inclina a que éste baje, mientras que el de inflación tiende a que suba: una inflación global o interna más persistentes, mayor aumento en los precios internacionales del petróleo o de los alimentos, un endurecimiento mayor al esperado de las condiciones financieras globales o una desaceleración más pronunciada en el crecimiento de Estados Unidos son las principales desventajas que México puede enfrentar. Por el lado positivo, una aceleración del llamado nearshoring (acercamiento a los mercados, en particular el de Estados Unidos, de las cadenas de abastecimiento) podría moderar el impacto del menor dinamismo en ese país.

Inflación: necesidad de tasas restrictivas para contenerla

De acuerdo con los economistas del FMI, el Banco de México ha adoptado un enfoque proactivo atinado para abordar una inflación de base cada vez más amplia. Señala que las sucesivas y progresivamente mayores alzas a la tasa de referencia han llevado ya a niveles restrictivos a la tasa nominal ajustada por las expectativas de inflación a un año vista. En su opinión, esta ha sido una respuesta adecuadamente calibrada y el banco central también ha indicado acertadamente su intención de subir el nivel de esa política. De cualquier modo, en su opinión, volver a una inflación baja y estable probablemente requerirá algunos aumentos adicionales para fin de año y mantenerla allí durante algún tiempo.

Además, el informe establece que existen presiones importantes debido a los precios de las materias primas, limitaciones de la cadena de suministro, los precios locales de los alimentos, una repercusión en los precios de los aumentos del salario mínimo, la inercia en la formación de precios y salarios, y aumentos en las expectativas de inflación de corto plazo.

Con ese trasfondo, sugiere un enfoque de gestión de riesgos en el que las tasas de política monetaria sean claramente restrictivas durante algún tiempo para mitigar los riesgos al alza y reafirmar las expectativas de inflación a corto plazo en torno a la meta oficial del 3 por ciento.

Presiones de precios y amortiguadores del aumento del costo de vida

El informe señala que, debido a los importantes aumentos recientes, los salarios mínimos ahora están cerca del salario medio del sector formal, lo que crea riesgos de afectar la inflación, además de efectos adversos en el empleo y un aumento de la informalidad: si siguen subiendo al ritmo precedente, podrían agregar mayor presión a tope en un momento en el que es crítico volver a niveles bajos y estables de inflación.

En cuanto a las medidas fiscales implementadas para mitigar el impacto del aumento del costo de vida, los economistas del FMI dicen que la estabilización del precio minorista del combustible ha reducido las presiones de costos para la economía, lo que probablemente redujo la inflación en cerca de dos puntos porcentuales en torno al reciente pico mundial de la cotización del petróleo. Sin embargo, agregan que esto ha tenido un costo presupuestario considerable, estimado en 1.4% del PIB en 2022, y también ha beneficiado a los hogares de mayores ingresos.

“Además, al diluir las señales de los precios, esa política ha provocado un corto circuito en el ajuste necesario de la demanda de combustible”, dicen los economistas, quienes, de cualquier modo, afirman que con la reducción de de los precios mundiales del petróleo, los costos presupuestarios del mecanismo de fijación de precios del combustible deben tender a bajar.

Sobre las medidas para mitigar el aumento de los precios de los alimentos, el informe dice que su impacto económico general es difícil de evaluar, pero reconoce que los incrementos en las pensiones sociales (no contributivas) en los últimos años también han ayudado a amortiguar el alza del costo de vida. Destaca que los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) sugieren que el ingreso laboral real per cápita aumentó 4% a mediados de 2022, mientras que la pobreza de ingresos laborales disminuyó a alrededor del 40% de la población desde un máximo del 46% a finales de 2020. “Principalmente, estos logros reflejan la recuperación económica, la mejora de las condiciones del mercado laboral y un continuo alto nivel de entradas de remesas”.

El informe concluye que con la economía operando actualmente cerca de su potencial y ante la prioridad de restaurar una inflación baja y estable, una postura monetaria restrictiva y una fiscal ampliamente neutral parecen ser la combinación de políticas apropiada.

Algunas políticas recomendadas para gestionar los riesgos a la baja

  • Existe margen para hacer que la situación fiscal responda mejor a las condiciones de la demanda, manteniendo al mismo tiempo un marco general prudente.
  • Cambios en el régimen de precios de los combustibles internos mejoraría la flexibilidad fiscal: pasar de subsidios generalizados a brindar apoyo específico a los más afectados por los aumentos.
  • Ajustes a la estrategia de negocios de Pemex aislarían al presupuesto del riesgo de tener que absorber mayores pérdidas de la operación de la empresa: podrían ser el fomento de una mayor participación del sector privado o ventas de activos secundarios para reducir la carga de la deuda corporativa.
  • Reconstruir pronto las reservas fiscales permitiría que la política fiscal respondiera rápidamente en caso de un shock: el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios tiene menos del 0.1% del PIB en recursos disponibles; llevarlos a alrededor de 0.3 a 0.5 por ciento aumentaría la capacidad de respuesta a cambio de un costo fiscal relativamente pequeño.
  • En el caso de un endurecimiento inesperado de las condiciones financieras globales y mayores salidas de capital, los aumentos de la tasa de política monetaria son un instrumento apropiado. Pueden usarse para contrarrestar cualquier traspaso marcado de la inflación o un aumento en las expectativas sobre ésta, mientras que la intervención cambiaria podría ayudar en condiciones de mercado desordenadas.

LECTURA SUGERIDA:

https://www.imf.org/en/News/Articles/2022/10/07/cs1072022-mexico-staff-concluding-statement-of-the-2022-article-iv-mission